lunes

NO PUEDO NO SER DE OPOSICIÓN


Es raro, por no decir extraño, para la generación nacida a principios de los 80 que creemos en los ideales de izquierda, decir que hoy en día somos oposición, nuestros padres combatieron arduamente la dictadura militar, muchos dieron su vida por reconstruir nuestra democracia, y por tener derecho a voz y a decir que NO.
En cambio nosotros, los que hoy no alcanzamos los 30, nos educamos crecimos y formamos con condiciones distintas. Sin toque de queda, con más derecho, con mejores estándares de vida y sin represión, torturas ni desaparecidos.
Me siento hijo de una democracia, ganada con esfuerzo sudor y lágrimas de muchos compañeros y compañeros que creyeron y lucharon por ella. Que con un lápiz vencieron en las urnas, a las armas de un tirano.
Mire con ojos de niño el gobierno de transición de 4 años y mientras me reía con el Topaze, no entendí hasta hace poco por que éste Sr. Frei Ruiz Tagle viajaba mucho por el mundo, empecé mis primeros pasos como dirigente estudiantil admirando a Lagos y la fuerza de su índice y trabajé como nunca, para lograr ver por primera vez a una mujer ser Presidenta de mí país.
Hasta ahí todo bien, después de vivir gran parte de mis 26 años, sintiéndome parte de un gobierno (oficialista), desde mi ser militante con convicciones, me dolió ver como por culpa de malas decisiones y exceso de confianza, entre muchos otros factores que no mencionaré para no quitarle importancia al famoso “con-clave” de la concertación, perdimos el gobierno, aquel que a nuestros padres les había costado tanto ganar
No escuche grandes críticas sobre la derrota, más bien vi y sentí que un grupo de dirigentes se tiraba la pelota y demostraban sus más grandes dotes futboleros al desmarcarse de las responsabilidades de perder un gobierno de 20 años. Desde aquel día, leo y escucho sobre el recambio generacional y oposición constructiva, por cierto. Lo de recambio, gran tema… todavía no sé como asimilarlo, como un cambio (re)forzado, como jóvenes recargados o quizás todos los que sus Rut no empiezan con menos de 12 lisa y llanamente ya no sirven o están muy viejos.
No entiendo los discursos donde efectivamente no existe una congruencia con lo que se dice y lo que se hace. En lo personal creo que el cambio no necesariamente es o debe ser generacional, si no de ideas y formas de ver y hacer política. Hoy más que nunca, tenemos la necesidad real de crear un proyecto democrático de izquierda, convincente, cercano y concreto, que de verdad nos permita sentar las bases de una nueva constitución de una comunidad política, basada en ideas e ideales de izquierda. Esta comunidad debe ser profundamente reformista, progresista e innovadora, pero por sobretodo integradora de los nuevos actores sociales, teniendo además la responsabilidad política de ir al rescate de nuestra identidad y memoria.
Respecto a ser oposición busque en la RAE, su tan interpretada definición, pero inmediatamente se me viene a mi cabeza que hoy muchos de los líderes del oficialismo fueron fieles leales golpistas, sus propios parlamentarios, no quisieron modificar o cambiar el binominal, votaron en contra de la entrega gratuita e informada de la llamada píldora del día después, cuestionan y no aprueban la unión civil de parejas del mismo sexo. Etc etc. etc…En virtud de todo eso y un millar de razones no puedo no ser oposición.
Nunca me trague el cambio, ni la locomotora ni mucho menos la estrella, es por eso que hoy más que nunca me siento convocado a generar una eclosión de ideas y a transmitir a restos de mi generación lo importante que es tomar un rol y una posición clara respecto de los hechos pasados, presentes y futuros, con una mirada crítica pero constructiva, porque somos nosotros los convocados a reconstruir un país con nuestra energía y vitalidad pero acompañados por quiénes más saben. Porque quiero una sociedad que vaya por sobre mezquinos intereses personales o de grupúsculos que buscan cuotas de poder económico y social que sólo irán en beneficio de algunos pocos, por no decir los mismos de siempre.
Alan Espinoza Ortiz
Dirigente Sindical

jueves

Mauricio Redolés - LOS TANGOLPIANDO



Todo preso es un preso político,
Decía el ex preso político,
......Mientras, sin darse cuenta,
.....Torturaba sicológicamente a su ex mujer.
Luego vino un misterio,
Y despué un silencio,
Y despué un vaivén.
Luego, pasó unambulancia
Yo temblé de miedo
No se bien porqué.
RECITAU: y esa viejecita aterida de frío
debajo de un puente
pelaba pollitos con agua caliente
y ella los pelaba con gran estoicismo
y suspirando se lamentaba
¡Cuándo llegará el Socialismo!
Y la viejecita recordaba los tiempos de Allende y la Unidad Popular. ¡Canejo!
Y como ciertos líderes le hablaban del Socialismo
y le decían "eres pobre viejita pero un día llegará el Socialismo ¿viste?
y terminarán todos tus sufrimientos
que son consecuencia directa de la apropiación de la plusvalía
que produce la fuerza de trabajo
que no te paga el burgués, que aliado a la cacha de la espada, y etc, etc, etc.
Y la viejecita susurraba en las gélidas frígidas noches:
¡Cuándo llegará el Socialismo!, ¡Huija che!
Y los líderes le decían ya le llegó a la URSSula,
ya le llegó a la China,
ya le llegó a Cuba.
Es un proceso natural,
les decían los líderes del Socialismo
a tí alguna vez también te llegará.
El Socialismo.
Y salían los líderes con cascos de mineros
a desfilar militarmente por la calle Mc Iver
Y tenían tuito el paisanaje alborotado
con coligües llenos de banderas y gritos por el Socialismo.
¡A la calle Mc Iver, che!, ¡A la calle Mc Iver!
y desfilaban con coligües por la calle Mc Iver,
como si la calle Mc Iver fuera o hubiese sido el Socialismo.
Los gurí líderes no frenaban el quijote
y apiolados se juraban en La Vana Vieja che,
¡Amalaya! ¡Hijuna! ¡Huija!
Pero lo pior fue que tanto hablar del Socialismo
y desfilar con coligües por calle Mc Iver,
asustaron a las capas medias y a las capas calcetines,
que fueron el chivo expiatorio exacto para que los milicos
azuzados por la Derecha,
que financiada por la CIA,
que estimulada a su vez por las transnacionales,
que financiada por el complejo industrial militar
empezaron a golpiar y a golpiar
hasta que un 11 de Septiembre de 1973 del siglo pasado la viejita gritó:
¡LOS TANGOLPIANDO
Y el país amaneció con los ojos morados
y los pezones doliéndole che!
Y la viejecita vio que muchos de esos líderes
que le hablaban del Socialismo
enfundados en rápidos y urgentes trajes azul turquesa
en trajes verde pantano ocre
partieron en unos aviones pa las Uropas
a digerir unos simposium muy importantes ché
pal futuro de la solidaridad con Chile ¿no?
y se fueron a hacer unos postgrados en Socialismos de Rostro Humano,
Masters en Sociología del Que Fracasó Mal,
y Doctorados en Porque Ándabamos Tan Perdidos
De Acuerdo A Ellos, ché.
Y la viejecita los recordaba y entrecerrando sus ojillos negros mascullaba:
¡Cuándo llegará el Socialismo!
Y la viejecita hizo barricadas,
expropiaciones,
recuperaciones,
puso bombas,
hizo llamadas falsas,
sapió a los sapos.
Estuvo en las barricadas del 83,
repartió panfletos
Tuvo un bistataranietosobrino que fue preso político
la viejita le tiró una botella de vino al cura Hasbún
¡Oye! ¡Putas que huevió la vieja, oye!
Y siempre suspirando y diciendo: ¡Cuando llegará el Socialismo!
Y toitito fue pa' pior, ¡Hijuna!
No llegó el Socialismo... llegó la Alegría,
Y con la Alegría llegaron de nuevo los mismos Líderes del Socialismo.
Bajaban de los aviones enfundados en sus ternos blancos
Sus gabardinas fucsiamarrón,
sus gamulanes de Dinamarca,
sus pañuelos de Milan...
Bajaron los líderes.
La viejecita que creía en el Socialismo los vio y los reconoció de inmediato
Estaban un poco más gordos y más gastados
Pero eran los mismos líderes.
En el aeropuerto... no volaba... una mosca cuando la viejecita los encaró:
Psssstttt, compañeros ¿Y cuándo llegará el Socialismo?
Y los líderes ya no estaban interesados en eso del Socialismo
Ya no eran del mope, ni del moc, ni del bilz ni del pap, ni del regional, ni del pedazo, ni del bloque, ni del cordón ni de la hebilla.
Los líderes ahora eran gerentes de transnacionales ascendentes ¿viste?
creían en los problemas de la comunicación y la información de la aldea global.
(Chupatesamandarina).
Se había acabado la Historia, según un yanqui-japonés
Y pa' que tanta Histeria, mierda!
-se amostazaban los líderes
Los lideres ahora trabajaban en un proyecto
sobre la modernización y la globalización punto com she tu vidrio.
Los líderes le mandaron a decir a la vieja
Que el pingo se le había quedao pegau en la pampa de los recuerdos.
La vieja les respondió:
¡Vayanse de una vez a cagar a los yuyos!
¡A ustedes la CIA no los va a desclasificar nunca porque ustedes le trabajan gratis!
Los líderes se retiraron del aeropuerto sumidos en sus celulares musitando entre sus molares una conocida musiquilla de los sesenta...
Se equivocó la viejita
se equivocaba, se equivocaba,
Creyó quel Norte era el Sur
Se equivocaba, se equivocaba.
Cierta tarde la viejecita-que-aún-así-seguía-creyendo-en-el-Socialismo
revisándole de puro intrusa la mochila a su chozno-tátara-bisnieto-sobrino
se dio cuenta que el gurí era aficionado a la botánica...
¿viste? ¡Aaaaahhhh...
Yastá la cagá dijo la vieja y se fumó un pito...
total... quehuá!
Quedó mas volá la pobre anciana. ¡Ahhhhh...
y se pegó un fierrazo también
quehuá! total ta´la cagá...
Quedó súper duranga la veterana, oye.
Y qué? Y qué? Y qué? ¿Y qué tanto?
¿Le van a decir ahora que es drogadicta a la vieja ahora? ¡Ahhhh...
y quehuá dijo la vieja y se mando un mezcal al seco
¡Total, yastá la cagá!
¿Y ahora le van a decir que es alcohólica a la anciana ahora?
¡Ahhhh... y quehuá dijo la viejita
y realizó una rápida ingesta de honguitos que encontró por ahí peyotitos,
sanpedritos, floripondio, chamico, yebaloca...
¡OYE LA VIEJECITA CREYÓ TENER UNA REGRESIÓN HIPNÓTICA A VIDAS PASADAS!
Creía que Lagos era Allende y Zurita, Neruda, oyeeee...
Creía que Lili Perez era Gladys Marín
Moya era Vilarín;
Menem era Onassis
e Insulza el Tío Lucas de Los Locos Adams...
Al término de su viaje astral
la-viejecita-que-a-pesar- de- haberle-visto -las-espaldas-a-los- ex-líderes-que-le-hablaban-del -Socialismo-y-ella-misma-haberse- transformado- en-una-alcohólica -drogadicta-que-aún-así- seguía-creyendo- en-el-Socialismo,
despertó a su viejito que dormía acurrucado al lado y le dijo...
¡Aparcero! ¡He tenido una visión...!
Debemos fundar un nuevo partido...
El viejo le dijo...
-Y tendría que ser de Izquierda...
la vieja le complementó...
-y Campesino,
el viejo retrucó...
-y Obrero.
¡Eso! -dijo la vieja enderezándose en las almohadas...
Partido de Izquierda Campesino Obrero
¡Tírame la Pe!... ¡Peeeeeee!
¡Pásame la I... ¡Iiiiiiiiiiiii!
¡Agrégame la Cé!... ¡Ceeeeeee!
¡Enchúfame la O!... ¡Ooooooo!
¿Cómo dice?... preguntó eufórica la vieja...
P.I.C.O.!!! -respondió el viejo.
¡Más fuerte!... pegó el aullido la veterana.
P.I.C.O.!!!...-gritó el viejo con tuitas sus fuerzas
¡No se oye y con toda el alma mierda!!!... bramó extática la anciana
P.I.C.O.!!!!
...barritó a punto de desvanecerse el viejo.
Bueno, la propaganda ya estaría escrita en todas las paredes de Chile,
reflexionaban un poco después ambos.
¿Quién se preocupa de los Derechos Humanos?
EL P.I.C.O.
¿Quién defiende a las minorías?
EL P.I.C.O.
P.I.C.O. pa los obreros
P.I.C.O. pa las dueñas de casa
P.I.C.O. pa los Gays,
(acotó maliciosamente el viejo)
¡Arriba los pobres del Mundo!... gritó el viejito
¡Los pobres mejor regalémoselos a la U.D.I.!
dijo la viejita total los pobres ya cambiaron sus conciencias por un microondas.
-¿Quieres comunicarle al pueblo tus ideas?
- le preguntó el viejo a la vieja.
-No sea desubicado apancero mío le dijo la viejita coquetonamente.
¿Pero qué malo he dicho?
- inquirió el veterano
Acaso no crees que me dí cuenta que me estás sugiriendo que me dirija al país...
respondió pícaramente la vetusta dama.
Luego vino un silencio,
Y despué un mareo,
Y despué un vaivén.
Luego se hundió un submarino,
Yo temblé de miedo
No sé bien por qué.
Entonces, subiste tu enagua
te pusiste linda yo sé bien por qué.
Todo preso es un preso político
Decía el ex preso político,
Mientras displicentemente
Hojeaba su Manual de Sociología en Francés.

martes

Cuando el jefe de contenidos de la campaña de Frei asesoró a Celco

El documental sobre la industria forestal que cuestiona a Tironi

(de El Mostrador y Video de Dauno Tótoro)

"Un mundo miserable" es un filme inédito sobre la crisis medioambiental que tuvo a la planta de Celco en Valdivia al borde del cierre definitivo por su eventual responsabilidad en la contaminación del Río Cruces y la muerte de los cisnes de cuello negro. En la película, parte de una serie documental que aún no se estrena, entrevistan a Tironi en su calidad de asesor de la compañía del grupo Angellini y acusan a su empresa de comunicaciones de "entrenar a ejecutivos de la planta Valdivia de Celulosa Arauco en el arte de disfrazar el discurso para enfrentar a la opinión pública". El sociólogo rechaza las imputaciones.

Por Miguel Paz

Treinta y nueve minutos dura "Un mundo miserable", documental inédito donde se cuestiona el rol de Eugenio Tironi y su empresa de comunicaciones, como asesores de Celco en la crisis por la muerte de los cisnes de cuello negro en Valdivia.

Sindicando a Tironi como lobbista, actividad que el sociólogo ha rechazado ejercer, el filme dirigido por el periodista y escritor Dauno Tótoro es parte de una serie documental grabada entre 2003 y 2006 que versa sobre el impacto que tiene en las comunidades la industria forestal, la salmonicultura, la pesca industrial y la gran minería. El proyecto fue realizado originalmente para la televisión sueca y se encuentra en su última fase de edición y a la espera de financiamiento para el corte final.

En "Un mundo miserable", además, se entrevista a representantes de Acción por los Cisnes, al biólogo Eduardo Jaramillo y representantes del mundo indígena, quienes responsabilizan a la planta de celulosa del grupo Angelini por la contaminación del santuario del Río Cruces. De ahí que pese a sólo aparecer seis minutos en cámara, el actual jefe de contenidos de la campaña de Eduardo Frei ocupa un lugar protagónico, al punto que una de las cuñas de Tironi da pie al título del filme. El experto en comunicaciones señala ahí que debemos "resignarnos a nuestra condición de seres miserables" debido a que el mundo donde "todos nos movemos por valores" no existe: "Ese mundo lamentablemente no existe, y no existe ni en la derecha ni en la izquierda, ni en los empresarios ni en los trabajadores, ni en los sindicatos ni en la Iglesia. Tenemos que resignarnos a nuestra condición de seres miserables. Ahora yo actuó y vivo en ese mundo y yo, claro, efectivamente un cliente nuestro es Celco, que es una empresa chilena, la más grande empresa chilena después de Codelco, tiene grandes plantaciones forestales y tiene plantas de celulosa en distintas partes de Chile. Si esta empresa no estuviera dispuesta a adaptarse y me estuviesen pidiendo a mi o a nosotros como empresa que nos dedicáramos al camuflaje, al maquillaje, al engaño, eso transgrediría mi ética profesional y no lo haría", dice Tironi.

Vibrar con los cisnes

A renglón seguido, imágenes grabadas con una cámara oculta muestran a Eugenio Marcos, socio de Tironi y Asociados, dando una charla a ejecutivos de Celco. Durante la presentación, el experto en temas comunitarios y gestión de crisis, pone hincapié en el nuevo ángulo con que debe tratarse la situación de los cisnes muertos.

"Yo lo que espero naturalmente de ustedes es que ustedes vengan asustados diciendo somos buenos, somos buenos, somos buenos. El problema es que llevan harto tiempo diciendo somos buenos, somos buenos, y nadie les cree mucho, no nos creen mucho, me siento partícipe. Por eso que estos mensajes son un poquito más agresivos pero me parece que tienen mejor actitud", dice en la grabación el sociólogo, que también ha trabajado para clientes como Central Nueva Renca, Endesa, Metrogas, Shell y Soquimich.
Mientras ocurre lo anterior vemos en pantalla una huincha que pone: "La consultora Tironi & Asociados entrena a ejecutivos de la planta Valdivia de Celulosa Arauco en el arte de disfrazar el discurso para enfrentar a la opinión pública".

Marcos redondea: "Tenemos como que vibrar con los cisnes. Tenemos que preocuparnos. Yo sería súper cuidadoso, incluso internamente, de no reírnos, a nuestros trabajadores, de no hablar de los pájaros, de los bichos.... Tenemos que preocuparnos. Nuestro negocio depende de los cisnes. Clarifiquemos esto. Es así de brutal".

Después se sostiene que Andrés Morán, director de proyectos de la empresa de Tironi, quien también aparece en las imágenes, "ha sido funcionario del gabinete de la Presidencia de la República", y sobreviene un llamado a La Moneda preguntando por el profesional. Consultado al respecto, Tironi dice que "lo de Morán es un montaje, pues trabajó aquí mucho después de haber dejado su puesto en el gobierno".

Desde que el mundo es mundo

En uno de los pasajes más duros, dedicado al rol y características de los lobbistas en Chile, se entrevista a Armando Uribe. El abogado y poeta, conocido por su fuerte temperamento, cuestiona la actividad indicando que "en realidad son lobos" que en el pasado eran llamados "gestores" en "la defensa de intereses privados contra el bien público"; una función que califica de "corrupta".

"El lobby ha existido desde que el mundo es mundo", retruca Tironi en el documental. "O sea, la intención de actores privados por ejercer influencia sobre las decisiones públicas es lo que hacen los sindicatos, lo que hacen los partidos políticos, es lo que hacen los protectores, no se pues, de los zorros, los protectores de los cisnes o los protectores de las ballenas. Ahora, lo que es complicado es que esta actividad sea mediada por personas inescrupulosas, por personas que hacen tráfico de influencias, que dice yo te puedo ayudar porque yo conozco a este, este y este otro, y soy pariente, o soy correligionario. Ha sucedido en Chile toda la vida. Los lazos pueden ser aristrocrático-familiares o los lazos pueden ser clientelísticos, político-clientelísticos, y eso claro que ha existido y existe en el Chile de hoy, por supuesto".

El Mostrador envió el video a Tironi con una serie de preguntas respecto a lo que se plantea ahí. Su respuesta por e-mail fue la siguiente: "Es simple. Lo que digo es lo que pienso, lo que dice Eugenio Marcos va en la misma línea (plantearles a los ejecutivos de Celco que deben hacerse cargo del tema de los cisnes, no minimizarlo ni menos ridiculizarlo), lo de Morán es un montaje, pues trabajó aquí mucho después de haber dejado su puesto en el gobierno, y lo de Uribe (gran poeta) no tiene nada que ver".

Además:

Vea fragmento del documental:


miércoles

Para quienes "aun creen en imposibles..."



Un Sueño Imposible (La letra)

Con fe lo imposible soñar
al mal combatir sin temor
triunfar sobre el miedo invencible
en pie soportar el dolor

Amar la pureza sin par
buscar la verdad del error
vivir con los brazos abiertos
creer en un mundo mejor

Es mi ideal
la estrella alcanzar
no importa cuan lejos
se pueda encontrar
luchar por el bien
sin dudar ni temer
y dispuesto al infierno llegar si lo dicta el deber

Y yo sé
que si logro ser fiel
a mi sueño ideal
estará mi alma en paz
al llegar de mi vida el final

Será este mundo mejor
si hubo quien despreciando el dolor
combatió hasta el último aliento

Con fé lo imposible soñar
y la estrella alcanzar.....

sábado

Taiñ Mapu - La Voz de Huenchunao




Desde la prisión de Angol, en mi calidad de prisionero político y werken Mapuche, deseo explicar a la sociedad civil y en especial a mi pueblo, que mi detención es el producto del dicernimiento de la policia y de un error que aseguran, cometi. El resultado de esta persecusión es que hoy en día soy prisionero político, perseguido por las autoridades chilenas y su sistema capitalista que ha arrasado con todos los recursos naturales del pueblo Mapuche. Yo soy solo un prisionero mas de los tantos que se encuentran en las carceles chilenas. Todos sabemos bien que la prisión es la pena que el estado Chileno reserva a todos aquellos que luchan y representan social y politicamente el pueblo Mapuche. Proximamente veremos como el pueblo Mapuche logra liberarse de esta opresión y retoma dignamente su camino de libertad y autonomía. La voz historica de nuestro pueblo nunca podra ser apagada, se elevara una y mil veces como el emblema de la acción política Mapuche.


Fuente: Revolucion Proletaria

domingo

El Jarrazo - Sub(Verso)



LETRA DE "EL JARRAZO"

No hay un dicho más facho que "pon la otra mejilla"
Eso lo inventaron los que tienen la manija
El control remoto universal que puede
Apagar la tele o encender la repre

Porque es fácil santificar la autoridad
Cuando la autoridad hace tu voluntad
Y es re-fácil hablar calma'o y tranquilito
Cuando nadie tiene amenaza'o a tus hijos

Como los dirigentes de la CONAPACH
O la gente'e Mississipi que no quiso negociar
O los trabajadores de Banefe
Que ganan cincuenta lukas mientras que el banco gana "ene"

Yo hago rap rebelde, este es mi "malembe"
Canto incansablemente cuando atacan a mi gente
Clase dirigente que niega tus derechos
Lucrando con tu colegio como Mónica Jiménez

La educación es un derecho humano
La calidad no debe depender de tu salario
No es tan complicado, no es tan rebuscado
Hasta el cabro de octavo básico lo tiene claro

Tantas fichas que le ponen al orden, ¿por qué cresta?
Y tanto miedo a la protesta directa
A decir la verdad sin una sopa de letras
Y ponerle el cascabel a esta gata "Concerta"

¿Qué les molesta? ¿Qué les incomoda?
¿Que el hip-hop crezca y no haya pasa'o de moda?
¿Qué grite en voz alta lo que ha sido un murmullo?
¿Qué cante en las micros y que raye to'os los muros?

Esto es pa' los que no se venden ni la venden
Y si es que pierden, siempre aprenden
Pa' los que saben que ni LOCE ni LGE
Cambia na' hasta que el lucro no se despeje

Pa' la pinguina genuina que puso fin a tanta mentira
Y se tiró a la piscina
El H20 en la cara de esa hipócrita
Vale por dos tonela'as de lacrimógenas

Y la ministra salió mojadita
Bautizá con agua bendita
Música bonita que la hizo buena
Cabra chica rebelde, ¡te ganaste un tema!

CORO

Me mojan a mis huachos, mojamos de vuelta
Guanacos, balazos, jarrazos en la jeta
La marcha, la mecha, la toma, la huelga
Violencia es violencia, venga de donde venga
No me vengai a mí con medias tintas
Que te hago bailarín con la media finta
Pinta, vos la llevai, leru-leru
Por ti, por mi, por todos mis compañeros

¿Y qué querían? ¿Qué agachara la cabeza
Y regresara pa' la casa con la cola entre las piernas?
Por la arrogancia de una vieja que no escucha ni entiende
Y que corta la conversa prepotentemente

Que más quisiera que tenerla al frente
Le lanzaría algo mucho más fuerte
Agua estancada del Zanjón de la Aguada
Mezclada con mesas de negociación traicionadas

La metería en una micro'e pacos
Pa' que la insultaran mientras la están toqueteando
Después un par de 'tate'quietos y hematomas
Y a la celda sin comida y parada más de seis horas

A ver si todavía muestra esa sonrisa
A ver si todavía actúa como una dama
A ver si con eso tiene ganas'e conversar
Pa' aceptar que al final le digan que no sabe nada

Estamos hablando de una lucha justa
Pero los tratan como si fueran basura
Y después hablan de respeto y orden
Con estándar doble como el tribunal pa'l pobre

Y este gobierno de chicle mediocre
Sigue destinando un 10% del cobre
Al presupuesto militar pa' comprar aviones
En vez de pagar mejor a los profesores

Yo soy de acción además de pensamiento
No acepto que me pisoteen mis derechos
Así que si no quieren escuchar la voz del pueblo
No vengan después a decir que somos violentos

CORO

Me mojan a mis huachos, mojamos de vuelta
Guanacos, balazos, jarrazos en la jeta
La marcha, la mecha, la toma, la huelga
Violencia es violencia, venga de donde venga
No me vengai a mí con medias tintas
Que te hago bailarín con la media finta
Pinta, vos la llevai, leru-leru
Por ti, por mi, por todos mis compañeros

martes

Agua que no has de beber

¡Qué horror! Parece que nuestros adolescentes no se parecen en nada a la manga de pelmazos sonrientes que desfilan por Amango. Parece que los edulcorados conflictos del blog de la Feña no tienen nada que ver con problemas reales de nuestra masa de pingüinos. Esas rebeldías televisivas, pintadas bajo el manual de estilo de Walt Disney, hoy se ahogan en un jarro de agua.
Y mientras el líquido escurre por el rostro sorprendido de la autoridad, me pregunto hasta dónde la televisión responde con la misma perplejidad de todo adulto que ha lidiado con el conflicto estudiantil desde 2006. Nada de esa masa de hormonales rabiosos y violentos se intuye en la repetitiva sucesión de monos japoneses, teleseries colorinches y programas musicales. ¿De dónde salieron estos pokemones revoltosos?
La adolescencia es probablemente el período más conflictivo y difícil en la formación de un ser humano. A su complejidad real, la televisión chilena opone su concepción comercial pura y dura, reduciéndolos a un grupo de consumo siempre dispuesto a comprar. La constante necesidad de pertenencia adolescente, es aprovechada por los adultos para vender discos, DVD, ropa, gaseosas y un largo etcétera. Mientras la injusticia social se enquista en las escuelas, los invitamos a visitar el mall cercano y a gastar los siempre escasos billetes de sus padres.
Resulta que según esos estereotipos María Música debería correr feliz por la calle cantando estrofas como "Sólo quiero volar, lo más alto que pueda" y no estar reclamando maleducadamente por su mala educación. Para colmo, parece que lo único que le quedó de crecer viendo "Rojo" "Karkú y "Mekano" fue el amor por la fama. La ministra no se había ni secado la cara cuando esta niña se había convertido en el rostro del movimiento estudiantil, dando estrepitosas entrevistas a quien quisiera escucharla. De cajón, porque en Chile, cuando no entendemos algo, lo farandulizamos.
Y aunque no podemos olvidar la imagen impactante del acuoso altercado, repetida hasta la saciedad para ser comentada con todos los rigores y frivolidades de nuestra televisión, la señorita Música parece alzar su voz desafinada y rabiosa, a la manera más estrepitosa del punk visceral.
Por supuesto, su reclamo es reducido y acomodado según quien hable, pero jamás escuchado el "jarrazo", calificado unánimemente de amenaza para la democracia, nos hace recordar que la música da para mucho.¿ Acaso no existen los coros celestiales y Lucifer no fue uno de sus directores?
Por Sebastián Montecino

miércoles

Esto no da para más (de nuevo)

Patricio Navia
Porque no es la primera vez que hace esa advertencia y porque tampoco es la primera que envía al Senador Adolfo Zaldívar al Tribunal Supremo, más que anunciar el fin de un conflicto que enfrenta a las dos facciones del PDC, el ultimátum de la presidenta del PDC despierta dudas sobre la capacidad de conducción de la propia Alvear. Si el PDC no expulsa a Zaldívar, las aspiraciones presidenciales de Alvear serán historia. Mucho más que definir la suerte de Zaldívar, que hace rato anda haciendo méritos para la expulsión, la decisión de Alvear de asumir el quiebre del partido constituye el comienzo de su propia travesía por el desierto. Si sale airosa, mejorará sus opciones presidenciales. Pero si ahora retrocede o no consigue que el PDC la respalde en esta difícil decisión, ella será la principal víctima de este enfrentamiento.
Cuando a comienzos de mayo Soledad Alvear advirtió por primera vez que "esto no da para más" y que no era el momento de darse "gustitos personales", Alvear ya tenía en mente al díscolo Senador Zaldívar. En una disputa que ha adquirido ribetes de historieta de Supermán y Lex Luthor (donde ambos se ven en el rol del superhéroe), los dos líderes del PDC se han enfrascado en una disputa cuyos orígenes nadie entiende bien pero cuyo desenlace es inevitablemente fatal. El inestable empate histórico en la correlación de fuerzas tiene al PDC en una guerra civil. Ahora Alvear ha anunciado que prefiere quebrar al partido que mantener la confrontación.
Por eso, Alvear movió pieza, solicitando la expulsión del Senador Zaldívar. Si el Tribunal Supremo accede, la expulsión de Zaldívar gatillará el quiebre del partido. Si, para evitar el quiebre, el TS decide contra la expulsión, Alvear tendrá que renunciar, sus aspiraciones presidenciales quedarán enterradas, y el PDC seguirá en empate permanente ente las dos facciones.
Zaldívar entiende que tiene pocas posibilidades de éxito fuera del partido del que se siente mesiánico guardián ideológico. Por eso, optó por poner todas sus cartas sobre la mesa, acusando a Alvear de estar coludida con la corrupción. Al mencionar a Ferrocarriles del Estado, donde uno de los principales ejecutivos era el concuñado de Alvear, Zaldívar ha decidido sacar toda la ropa sucia a la palestra. Ante la idea de ser expulsado del PDC, Zaldívar prefiere que no haya más PDC. Por eso, está dispuesto a dar una pelea que puede terminar con el partido.
Algunos honorables DC ilusoriamente quieren evitar la guerra. Sin entender que la guerra civil lleva años, hacen tardíos llamados a la paz. Pero las aspiraciones presidenciales de Alvear dependen ahora de la expulsión de Zaldívar y de la capacidad de la senadora para evitar que el PDC muera con el quiebre, ya sea porque demasiados camaradas siguen al expulsado líder o porque Zaldívar logra instalar la idea de que los que se quedan son los que comulgan con la corrupción que hace rato también está demasiado asociada con el partido de la flecha roja.

viernes

Conmigo, otro Transantiago cantaría

Patricio Navia

Demostrando excesiva seguridad de que la gente valora su legado como presidente, Lagos envió una carta a la comisión investigadora del Transantiago sugiriendo que, de haberse mantenido él en la presidencia, otro gallo cantaría. Pero ya que el dejó La Moneda, tuvimos un Transantiago desastroso. Lagos usó la carta para alegar que ningún otro político chileno puede arrogarse su experiencia y sus éxitos en gestión.

La crítica a Bachelet es evidente. Lagos no lo pudo haber dicho más claro, de haber estado él al mando, el desastre del Transantiago no habría ocurrido. Lagos señaló, "hasta Marzo de 2006, que es hasta cuando me corresponde abarcar en este informe, las medidas estaban tomadas." También dejó entrever que, así como lo hizo frente a la reforma procesal penal y la jornada escolar completa, él hubiera ido al Congreso a solicitar una postergación del Transantiago. Los errores de implementación, que los asuman otros. Por cierto, Lagos también demostró habilidad política al asumir la paternidad del proyecto. Al hacer declaraciones ahora, cuando ya se empieza a ver la luz al final del túnel, Lagos se identifica con el espíritu" del Transantiago, volviendo a poner sobre la mesa su agenda de reformas modernizadoras.

Esta carta no caerá bien en La Moneda. Hay críticas implícitas a la Presidenta y a sus decisiones políticas. Lagos se extiende en detalle aclarando algunas de las falencias de implementación del Transantiago. Desde la insuficiente cantidad de puestos de ventas de tarjetas bip! hasta la necesidad de haber invertido más en infraestructura antes de lanzar el Transantiago, la carta presenta una larga lista de críticas a lo que se hizo y dejó de hacer en 2006. Mientras él fue presidente, las cosas se estaban haciendo bien. Gallardamente, Lagos asumió la responsabilidad política. Pero le pasó la responsabilidad de la implementación durante 2006 a Bachelet. En resumidas cuentas, sugirió que, en su primer año, el gobierno de Bachelet simplemente no dio el ancho frente a la magnitud del desafío.

Aunque pudiera sentir el instinto de acusar a Lagos de femicidio político, la Presidenta tendrá que ser cuidadosa en preparar una respuesta. Ya que nunca se atrevió a matar a su padre político (incluso nombró al hijo de Lagos vocero del gobierno), es poco lo que Bachelet puede hacer ahora. En su carta, Lagos habló como jefe de estado (y como candidato presidencial). Nada de bacheletismo ni de cercanía con la gente. La carta ni siquiera menciona al gobierno actual. Lagos sólo se centra en destacar la eficiencia y en el buen gobierno. Es más, para ganar legitimidad, sugirió que, de no asumido el desafío de una reforma al sistema de transportes, él no hubiera estado "a la altura de lo que el país y la ciudadanía esperan de sus gobernantes." En otras palabras, lo haría todo de nuevo. Y, si él­y no Bachelet­hubiera estado al mando, las cosas habrían salido bien.

Chile: ¿cómo hacemos para ser izquierdistas?

JP SANCHEZ - ALAN ESPINOZA - CAROLINA ALEGRIA

Todos queremos ser izquierdistas, ¿pero cómo hacemos para serlo?

Ésta es la pregunta que parece afligir al Gobierno de Michelle Bachelet, que recientemente ha visto bajar sus índices de apoyo en las encuestas a un 39%. La cifra recoge fundamentalmente la insatisfacción que sienten los santiaguinos por la desastrosa implementación de un ambicioso plan de transporte urbano que ha dejado a la gente expuesta a horas de espera, a caminatas por calles peligrosas, a ausentismo laboral, o simplemente a viajar en los apretujados buses como un animal rumbo al matadero.

La imprecisión en identificar a los culpables de este mal servicio ha irritado a la ciudadanía de la capital, que ve con escepticismo cómo los funcionarios escabullen las responsabilidades o las remiten a funcionarios de administraciones pasadas. La gente pide una solución urgente para poder movilizarse y le interesa poco saber si el culpable fue quien diseñó el sistema de transporte que no funciona, o quien lo implementó. En ambos casos, son los Gobiernos de la Concertación de centro-izquierda que gobierna en Chile desde el retorno de la democracia en 1989 los que se sientan en el banquillo de acusados. Y de esta grave situación debiera estar aprovechando la oposición de centro-derecha, llamada aquí "La Alianza", para ganar adeptos.

Pero las mismas encuestas que magullan la popularidad de Bachelet no dan cifras nada auspiciosas para la derecha. Antes bien, la población marca un distanciamiento fuerte con ambos conglomerados políticos. En un momento de la historia del país -y acaso del mundo occidental- donde las fronteras entre derecha e izquierda son difusas, la gente se siente confundida y le resta adhesión a los políticos.

El tema no tiene urgencia, pues las elecciones municipales son en Chile el próximo año, y las presidenciales, recién el 2009. Pero que un cúmulo de candidatos eventuales de ambas coaliciones ya esté haciendo campaña habla de una cierta debilidad de la imagen de Michelle Bachelet como conductora "política". Entre comillas va el término "política", porque la credibilidad hacia las buenas intenciones de la gobernante es enorme. Todo el mundo le tiene simpatía, y acaso eso explica que las encuestas no la castiguen aún más.

Si el tema del sistema de transporte pareciera ser sólo un asunto de la capital, también las regiones del país, del norte al extremo sur, se encuentran alteradas, pues muchos fondos que deberían ir para fomentar el desarrollo de las provincias se destinan a parchar malamente el transporte en la capital. Los provincianos sienten que están "subvencionando" a los capitalinos.

Pero, en fin, lentamente, el transporte muestra señas de recuperación y puede ser que de aquí a un año esté funcionando de maravilla. Probablemente entonces las nuevas encuestas eleven la figura de Bachelet y sus ministros, y deje a la Concertación en mejor pie para las
elecciones que habrá el 2008 y el 2009.

La crisis del transporte hace evidente la frustración de la gente y también destapa un cierto clima de insatisfacción generalizado donde los trabajadores tienen la sensación de que el éxito de Chile como país exportador, con opulentas arcas fiscales gracias, entre otras exportaciones, a los miles de millones de dólares que Chile ha conseguido vendiéndole cobre a China, no se derrama en sueldos dignos para ellos.

¿Qué es un sueldo digno en Chile? El honorario básico de un trabajador es tan bajo que mis lectores españoles abrirán espantados los ojos. Ronda apenas los 200 euros mensuales. Y si bien los distintos gobiernos de la Concertación centro-izquierdista muestran notables cifras de reducción de la pobreza, y un macizo esfuerzo para beneficiar a la población en salud, vivienda y educación, persiste la impresión demoledora de que la riqueza en Chile está brutalmente mal distribuida y que los economistas tienen más puesto el corazón en los temas de equilibrios macroeconómicos que en aliviar las necesidades de la gente.

La percepción de que los políticos y empresarios son indolentes a estos apremios fue tan grande que hace pocas semanas un incidente detonó en Chile lo que estaba tapado por distintos tipos de retóricas: la Iglesia católica, a través de su portador, el obispo Alejandro Goic, llamó a los poderes chilenos a establecer ya no un sueldo mínimo, sino un sueldo "ético". E incluso le puso una cifra: 250.000 pesos. Algo así como 370 euros mensuales.

El noble obispo Goic recibió fuego granado e irónico de los economistas, y frases tiernas y evasivas de los políticos. Pero que la Iglesia, para usar un término futbolístico, pusiera en movimiento el balón, excitó la capacidad dormida de movilización de los chilenos, y, tras mucho tiempo de calma, se ha vuelto a ver efervescencia social en las calles del país.

Esto culminó el 29 de agosto, cuando la Central Unitaria de Trabajadores convocó a protestas en las calles. El Gobierno no las autorizó, pero las protestas de todos modos se hicieron. No faltaron los actos de vandalismo, ni tampoco las conductas sorprendentes de algunos políticos de la coalición gobernante, que se solidarizaron con los manifestantes "contra" su propio Gobierno.

Conclusión: ¡alarma roja! Varios políticos quieren perfilarse ante el pueblo como de "más izquierda" sembrando la polémica y la división entre las fuerzas gobernantes.

Un senador de origen popular, Alejandro Navarro, fue golpeado brutalmente por un policía, y las imágenes del político con la cabeza sangrando rumbo al hospital subieron la temperatura de los insatisfechos chilenos. Según un entretenido observador, también esa cabeza sangrante habría hecho subir el rating del senador algunos puntos en su improbable carrera hacia la presidencia de 2009.

Si la activa Iglesia chilena habló por imperativo ético, es porque percibe que hay una insatisfacción ya no sólo soterrada en Chile, sino muy expresiva, que a mediano plazo puede vulnerar el exitoso, aunque poco sensible, modelo de desarrollo.

¡Menuda encrucijada en la que se encuentra Chile: próspera economía con dramática desigualdad social, amplia riqueza que no va a dar al desarrollo de los pobres con la urgencia que éstos necesitan, sino al ritmo pusilánime de los equilibrios macroeconómicos, deterioro de la imagen de los políticos que hace que no cosechen "futuro" ni gobierno ni oposición!

Curioso momento: se esperaba que Michelle Bachelet fuera más izquierdista que sus predecesores, el demócrata-cristiano Eduardo Frei y el socialista Ricardo Lagos, pues partió con mayoría en la cámara de diputados y de senadores que le auguraba un rápido tranco en la aceleración de leyes que beneficiaran a los pobres y ratificaran el "Humanismo socialista" de la mandataria. Pero a poco andar, algunas figuras parlamentarias del bloque gobernante se desgajaron de él hacia una independencia crítica y la mayoría se ha vuelto inestable e impredecible.

¿Cómo es el amor en los tiempos del cólera? ¿Cómo se puede ser izquierdista en los tiempos de la beatificación mediática del neoliberalismo?

O, puesto de otra manera: ¿se puede ser socialista sin que se enojen los empresarios y los políticos socialistas? Al parecer, en el Chile de Bachelet, esta inocente pregunta no tiene por el momento respuesta.

¿Quién quiere sufragio universal?

Patricio Navia
Capital, #211, agosto 24, 2007
De no mediar una reforma al sistema de inscripción electoral, las presidenciales de 2009 tendrán la participación más baja de los últimos 50 años. Por eso, independientemente del debate sobre la obligatoriedad del voto, el Estado debería automatizar el sistema de inscripción o al menos modernizarlo.
Desde comienzos del siglo XX, la participación electoral aumentó sostenidamente en Chile. Para la elección presidencial de 1920, participó un 9,1% de la población en edad de votar (PEV). En 1942 ya votó un 17,4%. Después de que las mujeres adquirieron el derecho a voto en 1949, la participación alcanzó a un 29,1% en las presidenciales de 1952. Para la elección de Alessandri en 1958, llegó al 33,8%. La contienda presidencial de 1964 atrajo a un 61,6% de la PEV. En la presidencial de 1970, participó un 56,2%. Y en las parlamentarias de marzo de 1973, un 69,1%. Después que el plebiscito de 1988 convocara a un 90% de la PEV, la participación electoral ha mostrado una tendencia sostenida a la baja. Si bien la participación sigue siendo alta respecto al padrón (88% en las presidenciales de 2005), muchos chilenos no están inscritos en el padrón.
El número de inscritos se ha mantenido estable desde el retorno de la democracia. En 1993, había poco más de 8 millones de empadronados. Ya que había una PEV de 9 millones, el padrón incorporaba al 90% de la población con derecho a voto. En 2005, había 8,2 millones de inscritos y una PEV de 10,6 millones, por lo que el padrón incorporaba sólo al 77% del universo. Lo más probable es que pocos chilenos se inscriban para votar entre ahora y 2009, por lo que el padrón electoral probablemente sólo llegue a unos 8,5 millones de electores. Pero, de acuerdo a las estimaciones del INE, habrá 12,1 millones de chilenos mayores de 18 años en 2010. Esto quiere decir que, para el bicentenario, uno de cada tres chilenos en edad de votar no estará inscrito en el padrón.
Si adicionalmente consideramos que la abstención alcanza a poco más de 10% de los inscritos y que un 7% de los que participan anulan o dejan su voto en blanco, podemos anticipar que aproximadamente un 40% de todos los chilenos en edad de votar se habrá marginado de los próximos comicios. Ya sea porque no se inscriben, porque estando inscritos no votan o porque anulan o dejan en blanco su voto, dos de cada cinco chilenos no votará en 2009. Quien quiera gane, habrá llegado a La Moneda con el apoyo de un 25-30% de la población en edad de votar.
Chile tiene un peculiar padrón electoral. La votación es obligatoria para los inscritos. Pero inscribirse es opcional (y cuando uno se inscribe, ya no se puede salir más). Como la mayoría de aquellos en edad de votar en 1988 se inscribieron, casi todos los mayores de 40 años estarán inscritos en 2009. Los que cumplieron 18 después del plebiscito tienen tasas de inscripción mucho más bajas. Una mayoría de ellos no está empadronada. Para poder inscribirse, hay que viajar, literalmente, al siglo XIX. El mal financiado Servicio Electoral no posee ni la tecnología ni la facultad legal para modernizarse. Es mucho más difícil inscribirse para votar que hacer la declaración de impuestos. Como si eso fuera poco, el padrón se cierra 90 días antes de la elección. Cuando la gente recién empieza a poner atención a las campañas, ya no hay posibilidad de inscribirse.
La Concertación sabe que este padrón truncado les beneficia. Mientras el grueso del electorado todavía esté marcado por el plebiscito de 1988, la Concertación podrá seguir gozando de supremacía electoral. Por eso, cada vez que alguien sugiere actualizar el sistema de inscripción, los concertacionistas transforman una propuesta de modernización del Estado en un debate moral sobre la obligatoriedad del voto. Incomprensiblemente, la Alianza tampoco parece interesada en contribuir a dejar atrás el efecto plebiscito de Pinochet. Si bien la Alianza hace grandes esfuerzos por renovarse, el mercado de votos donde no tiene desventaja frente a la Concertación no es parte del universo electoral. La mayoría de los menores de 35 años, mucho menos marcados por el complejo legado de la dictadura, presumiblemente estarían más dispuestos a votar por la Alianza. Pero ni siquiera están inscritos.
Nada de esto es nuevo. En noviembre de 2002 en una columna en Capital alegué que uno de cada cinco chilenos no estaba inscrito. Hoy es uno de cada tres. Mientras seguimos enfrascados en debates teóricos sobre la obligatoriedad del voto, se debilita el sufragio universal y, por consiguiente, se erosiona la principal base de la democracia representativa.

miércoles

La Modernización de la Política (II)

En la segunda parte y final de su Informe, Carlos Huneeus menciona como el principal talón de Aquiles chileno para la reforma de la política y los partidos las peligrosas relaciones entre el poder económico y el poder político. Este fenómeno no sólo se encarna en Sebastián Piñera, sino en la capacidad de los grandes empresarios para influir en el sistema político, en el congreso y los municipios. A juicio del autor, la Concertación no puede ni debe ser una alternativa conservadora o neoconservadora: ese papel lo cumple adecuadamente la derecha. La Concertación, por el contrario, debe practicar el pluralismo y el disenso; debe recuperar la capacidad de plantear ideales y fe en tareas superiores, alejándose de la actual visión economicista, tecnocrática y “presupuestarista”. En caso de seguirse postergando a los trabajadores y el término! de las desigualdades se podría ocasionar serias consecuencias posteriores. Los políticos de la Concertación, si quieren acercar la política a los chilenos, deben volcarse hacia éstos y mirarlos a la cara, comunicándose con ellos en el lenguaje que entiendan.

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5. La sobrevaloración de la economía y de los empresarios ha llevado al principal talón de Aquiles que tiene nuestro país: las peligrosas relaciones entre el poder económico y el poder político, cuya cercanía es dañina para la democracia. Ello no se reduce sólo a Sebastián Piñera (SP), recientemente sancionado por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) por su compra de un paquete de Lan, empresa de la cual es el principal accionista y es director. Abarca una tendencia amplia y corrosiva, que se expresa en la capacidad que tienen grandes empresarios de influir en el sistema político, en el congreso y los municipios. Continúan con su poder de atraer a altos funcionarios cuando abandonan el gobierno para asumir como directores de empresas o como asesores o consultores. Este es un problema que tiene que ser enfrentado ahora con fuerza y los políticos de la Concertación deben dar el ejemplo, inhibiéndose de aceptar invitaciones que impiden que exista una necesaria separación entre los negocios y la política. ¡No se puede servir a dos señores!

La política tiene costos que deben ser asumidos por la democracia. Los ministros deben tener ingresos después que dejan su cargo para que no tengan que pitutear con las empresas. Esto se da en los países europeos y también en el Uruguay. No hay motivo para que no exista en Chile.


La Clara Demanda por Igualdad

6. Las críticas de los chilenos hacia los políticos y el funcionamiento del sistema económico son muy directas respecto de las desigualdades, nuestro segundo talón de Aquiles. Cuando los obispos denunciaron “las escandalosas desigualdades” recibieron un amplio respaldo, incluso en la derecha. Sin embargo, ello no se tradujo en políticas para disminuirla. Hasta se ha recurrido a un argumento reaccionario (en la definición de Albert Hirschman) de que ellas vienen desde el imperio español, es decir, poco o nada se puede hacer para disminuirlas. Es el argumento de la futilidad que dice Hirschman: nunca se ha podido corregir una institución, ergo, no cabe sino tolerar su existencia. Qué argumento más derrotista y absurdo. ¡Hasta hace un par de décadas se usó ese argumento contra el voto de la mujer, pues no habían votado durante siglos!

La demanda por mayor igualdad en los chilenos es muy clara, más fuerte en los últimos años, porque hay presidentes de izquierda y se esperaba que en sus gobiernos se hubieran dado pasos decisivos en esa dirección.

Ante la opción planteada por el Estudio Mundial de Valores entre el valor de la libertad y el de la igualdad –opción que se puede discutir, por cierto-, las respuestas han tenido una sostenida evolución en contra de la libertad y a favor de la igualdad. Si en 1990, las respuestas eran relativamente similares, 49% optaba por la libertad y 47% por la igualdad, en la siguiente medición de 1995 se produjo un pequeño cambio, cayendo los partidarios de la igualdad al 38%, permaneciendo constantes los que preferían la libertad (51%).

En la siguiente del 2001, los resultados daban cuenta de una realidad muy distinta, pues se invirtieron las opiniones: una clara mayoría optó por la igualdad (58%) y la minoría (37%) por la libertad. Este resultado fue confirmado en cada una de las mediciones anuales que hemos hecho. Subieron en el 2005 al 72% los partidarios de la igualdad, hubo una cifra similar el 2006, y llegó al 76% en el 2007.

Las preferencias a favor de la igualdad son compartidas por los votantes de todos los partidos, por hombres y mujeres y por ricos y pobres. Esto no quiere decir que los chilenos quieran renunciar a la libertad y retornar al autoritarismo, sino que dan cuenta del contundente rechazo a las desigualdades.


Poco Trato con la Política

7. Las dificultades que enfrenta la política para modernizarse no derivan sólo de la triple reducción antes analizada, sino también de un problema institucional de envergadura: el presidencialismo es poco amistoso con los partidos y las elecciones, que son de la esencia de la política. Los ministros no tienen experiencia política, ni quieren familiarizarse con ella, no conocen las sensibilidades de los ciudadanos y no tienen la necesidad de rendirle cuenta a los electores, sino que sólo al presidente.

Este problema no existe en el régimen parlamentario, pues los ministros son parlamentarios. Conocen directamente las exigencias de la lucha electoral y saben que para ganar el escaño hay que realizar trabajo distrital y estar cerca de los ciudadanos. Sería conveniente enfrentar esta anomalía sin necesidad de cambiar la forma de gobierno, sino con reformas puntuales, por ejemplo, establecer la compatibilidad de ser parlamentario con ejercer el cargo de ministro. Y valdría la pena lanzar a un ministro a ganar un escaño y si no lo consigue, como acaba de ocurrir en Francia, debe irse para su casa. Esto sería un paso muy concreto para acercar la política a los ciudadanos.


Cuando Había Acuerdos

8. Esta visión tecnocrática, economicista y “presupuestarista” no está en el ADN de la Concertación, ni se dio en gran parte de los años 90. Las políticas públicas se hicieron con la participación de los partidos, los grupos de interés y en estrecha relación con el Congreso, sabiendo que ellas no se definen entre cuatro paredes. Ahí se dieron los acuerdos laborales y de remuneraciones entre el gobierno, la CUT bajo el liderazgo de Manuel Bustos, con la Confederación de la Producción y el Comercio presidida por Manuel Feliú.

En algún momento, esto comenzó a cambiar. No interesa preguntarse cuando ello ocurrió, sino debatir sus implicancias para el Chile de hoy y de mañana.

Estimo que esta visión restringida y hostil a la política tiene que ver con un legado del régimen de Pinochet que no ha sido enfrentado con fuerza por la Concertación. La transformación económica neoliberal fue una revolución económica, política y cultural, que idealizó el mercado y el lucro individual, relegó al trabajo a un lugar subalterno y tuvo una obsesión contra el rol del Estado en la economía, para reducirlo al máximo a fin de entregar plena autonomía a los empresarios en un mercado libre de regulaciones. Algunas de las ideas neoliberales son compartidas por “técnicos” y políticos de la Concertación.

Aquí hay un tercer talón de Aquiles de nuestro desarrollo: el autoritarismo no modernizó la administración del Estado, a diferencia de lo hecho por los tecnócratas durante la dictadura del general Franco en España (1939-1975). Por ello, Chile no cuenta con una burocracia moderna y eficaz, que respalde el desarrollo político y económico, sirva de apoyo a la labor de los ministros y dé continuidad a la administración del Estado más allá de los cambios de ministros y de gobiernos.

Los gobiernos de la Concertación no han enfrentado esta delicada debilidad. El sistema de Alta Dirección Pública no es la solución, porque es el resultado de un acuerdo con la derecha en un momento de debilidad del gobierno anterior, que apunta a despolitizar los nombramientos de funcionarios de gobierno, sin enfrentar las falencias del personal de los organismos públicos, y es más bien una medida de parche frente a las debilidades del civil service. Esto significa el aumento de las plantas de los ministerios, el fortalecimiento de sus instituciones regulatorias y el consiguiente desarrollo de mecanismos de control de estas entidades públicas.


El Destructivo Marketing

9. También los partidos son responsables de su debilidad y de los problemas de la política. Su actual debilidad tiene bastante que ver con decisiones adoptadas hace más de una década, cuando sus dirigentes y asesores de campaña, especialmente del PPD, sostuvieron que los partidos no debían tener un rol protagónico en las campañas electorales, pues los candidatos ganaban su escaño por sus atributos personales y la propaganda debía estar dominada por el marketing y no por la política. Los partidos dejaron de lado su nombre, símbolos e historia, muy visible en el caso del PDC y el PS, lo cual se vio en los comicios legislativos de 1997. Los candidatos se distinguían por la sonrisa y por la camisa que usaban. El único partido que resistió esa moda fue la UDI, con éxito, porque llegó a ser el principal partido cuatro años más tarde.

Con esa práctica, muchos parlamentarios se sintieron dueños de su escaño e impulsaron políticas personales, debilitando a los partidos que a los cuales pertenecen. Se ha cosechado lo que equívocamente se sembró hace más de una década.


Conclusiones

La urgente modernización de la política y la reforma de los partidos debe situar a la política en el lugar que le corresponde, como ámbito para construir un futuro a partir de ideas y de valores, en que la libertad, el pluralismo, la igualdad y la solidaridad buscan encontrarse en decisiones que benefician a la ciudadanía. La Concertación es un arco iris con pluralidad de visiones ideológicas y políticas, en una perspectiva de centro-izquierda, que combate las desigualdades y no se resigna a ellas, que privilegia los intereses de las grandes mayorías, especialmente los trabajadores en sus diversas manifestaciones y no las minorías que tienen capacidad de veto por su poder económico.

La Concertación no es, ni puede ser, una alternativa conservadora, o neoconservadora, que tiene miedo a hacer cambios porque se guía por la prudencia, que paraliza el pensamiento y la acción. Existe una derecha suficientemente poderosa como para encabezar el conservadurismo en Chile; el país no necesita una segunda fuerza que le compita en ello.

La Concertación debe practicar el pluralismo, el disenso y la tolerancia, porque es un arco iris que representa el encuentro del humanismo laico con el humanismo cristiano y el encuentro de la DC con el socialismo, cuyo enfrentamiento en el pasado condujo a la tragedia de 1973 y los 17 años que le siguieron. El pluralismo debe abarcar a todos y no se mide sólo con números. El PRSD tiene un lugar en la Concertación, así como también Fernando Flores y Esteban Valenzuela.

Los partidos tienen que ponerse las pilas ahora y no cuando se aproximan las elecciones. Y esa fuerza proviene de las ideas, de las esperanzas y de los sueños. Así sobreviven los partidos frente a los desafíos planteados por las profundas transformaciones que ellos mismos han ayudado a provocar. Así lo hace la CDU, el FDP y el SPD en Alemania, el PP y el PSOE en España. Derrotar a Pinochet en el plebiscito de 1988 fue una utopía, criticada por muchos como imposible de alcanzar.

Hay que recuperar la capacidad de tener ideales, de tener fe en tareas superiores. Combatir las desigualdades es una invitación al desarrollo de las ideas, desde las cuales formular diversas alternativas de políticas, lejos de la visión economicista, tecnocrática y “presupuestarista” que hoy aplasta a la política y a los partidos. En el siglo pasado los gobiernos de Pedro Aguirre Cerda y Jorge Alessandri Rodríguez no consideraron el problema agrario y la situación de los campesinos. Y ello postergó una modernización inevitable, que se enfrentó con 20 años de retraso, provocando una convulsión social y política de enorme magnitud cuando el presidente Eduardo Frei Montalva impulsó la reforma agraria y la sindicalización campesina. La historia no se repetirá de la misma manera, pero lo que enseña es que dejar de hacer cambios por efecto de poderes de veto está preparando un conflicto mayor a mediano plazo. El olvido a los trabajadores y a las desigualdades tiene repercusiones en la crítica a los políticos y puede ser más fuerte si esta situación continúa.

Y para impulsar una política a partir de las ideas se requiere fuerza y perseverancia, enfrentando a la derecha que tiene una visión distinta de país. La Iglesia Católica enfrentó el mundo moderno después de la II Guerra Mundial con el Concilio Vaticano II e introdujo cambios que la convulsionaron internamente, pero que, como laicos, nos provocaron alegría y fortalecieron nuestra fe. Dos cambios nos afectaron directamente. En primer lugar, los sacerdotes comenzaron a oficiar la misa de frente a los fieles, sin darles la espalda, se les vio el rostro; en segundo lugar, la misa se hizo en nuestra lengua y pudimos entender sus palabras y los textos bíblicos.

Para mejorar la imagen de la política y hacerla atractiva a los ciudadanos, los políticos de la Concertación debieran volcarse hacia los chilenos y mirarlos a la cara. Y tienen que comunicarse con el lenguaje que entienden los ciudadanos comunes y corrientes, que no es el de la nomenclatura de la técnica, un idioma extraño, ajeno, como fue el latín para los católicos.

jueves

La Modernización de la Política (I)

Por Carlos Huneeus

La necesidad de la modernización de la política y la reforma de los partidos es un tema fundamental para mejorar la calidad de la democracia y conseguir un país desarrollado, que beneficie a todos. Es indispensable enfrentar las debilidades y vacíos que dañan la calidad de la política y debilita a los partidos, que no cumplen las funciones que les corresponde.

Las causas de los problemas de la política y los partidos son múltiples y complejas y de ahí que las soluciones no sean simples. Parte de ellas provienen del éxito de los gobiernos de la Concertación, que han planteado nuevos desafíos, causantes de algunos de los problemas de los partidos. Otros provienen de erradas decisiones tomadas en el pasado, que los debilitó directamente y dañó la calidad de la política, cuando el marketing fue puesto en el centro de las luchas electorales y la política fue relegada en un segundo plano. Hay otros factores que expondremos a continuación.

El escenario actual es más difícil que antes porque estamos en un momento de opulencia y no de estrechez financiera por el alto precio del cobre durante un largo tiempo. Es más difícil gobernar en “opulencia” que en estrechez, especialmente si no se explica cómo se usarán los recursos del cobre.


Lo que Daña la Política

La modernización de la política no es una tarea restringida al cambio de los partidos y del Congreso, sino también exige cambios en el poder ejecutivo, en el cual existen debilidades que son tan visibles como las de los primeros.

Los factores que en mi opinión están dañando a la política y hacen muy difícil el trabajo de los partidos son:

1. En primer lugar, hablamos de política en su sentido propio, referido a las decisiones que adoptan ministros, parlamentarios, alcaldes, dirigentes de partido, presidente de la república. También los ministros y subsecretarios son políticos, aunque algunos no lo vean así. Hubo un ministro que se quejó ante los periodistas que “los políticos son atroces”. Se ubicaba en un limbo especial, mirando desde arriba con un ojo crítico a parlamentarios y dirigentes de partidos.

Los problemas que enfrenta la política provienen de sus actores –los políticos- y de la forma en que la practican. La imagen que los chilenos tienen de la política se ha mantenido constante durante la democracia y ella es relativamente buena, comparada con los resultados de encuestas de países avanzados. En marzo de 1991 -la primera vez que el CERC quiso conocer la imagen de esa actividad aplicando preguntas tomadas de estudios internacionales- un 69% estaba de acuerdo con la afirmación “en política lo único que puede hacer la gente como yo es votar”. En diciembre del 2006, ese porcentaje era idéntico: 70%. En los diez sondeos que hicimos en los tres lustros, por supuesto que hubo variaciones, pero fueron de alcance limitado.

También hay estabilidad en las opiniones respecto de la frase “la política es tan complicada que con frecuencia la gente como yo no puede entender lo que pasa”: 66% estaba de acuerdo con ese enunciado en marzo de 1991 y un 62%, en diciembre de 2006. Las opiniones en quince años han sido más estables que en la afirmación precedente.

Lo que se ha producido en estos años ha sido un claro empeoramiento de la imagen de los políticos. Si en marzo de 1991 un 63% de los encuestados estaba de acuerdo con la frase “los políticos no se preocupan mucho de lo que piensa la gente como yo”, en el 2006 había aumentado a 82%. También aumentó el acuerdo con la frase “la mayoría de los políticos sólo se acuerda de la gente cuando hay elecciones y después se olvida de ella”, pues de un 73% que hubo en 1991, avanzó al 89% en 2006. Y también creció el apoyo a la afirmación “esté quien esté en el poder, siempre busca sus intereses personales”: el aumento fue de un 66% a un 81%. En esta última hubo mayores fluctuaciones que en dos de las anteriores frases, considerando el mismo período.


Significado Desvirtuado

2. Los problemas provienen de la manera como se la practica desde hace algunos años, con una triple reducción de su naturaleza, que es incluso hostil a ella. No se concibe, como en la definición de Crick, que es la “actividad mediante la cual se concilian intereses divergentes dentro de una unidad de gobierno determinada” (1), sino que se la reduce a una técnica, creyéndose -siguiendo a Crick- que “todo en la sociedad es manipulable racionalmente”. Los temas políticos son considerados como “técnicos”, por lo cual no son enfrentados por los “políticos”, sino por los especialistas, los técnicos. Esto es porque el carácter “técnico” requiere que sean resueltos con criterios de imparcialidad, de “neutralidad”.

Esta visión de la política es peligrosa y tiene una mala historia. En la época del imperio Guillermina (1870-1918) y en la república de Weimar (1918-1933) en Alemania hasta los militares se consideraron “neutrales”, llegando a pactar con Hitler en 1933 y 1934 para defender sus intereses corporativos.

Existe una segunda restricción en la práctica de la política: el predominio de las necesidades e intereses económicos, de una manera que encantaría a Carlos Marx y a Adam Smith. Esto tiene un sesgo conservador, porque concibe el crecimiento a partir de los intereses los empresarios, sin considerar debidamente los intereses de los trabajadores. ¡Pareciera que en Chile se quiere tener sólo empresarios, y no tener trabajadores! Se invita a promover la cultura del emprendimiento, pero no la del trabajo.

Esta visión se encuentra a la derecha de la economía social de mercado de Ludwig Erhard (CDU), que consideró la participación de los trabajadores, integrados a los comités de empresa, y sirvió de base a una política centrista y no conservadora que ha tenido Alemania hasta el presente (2).

Si hubiera habido antes una preocupación por el trabajo como la que se tiene con el capital se habría combatido a tiempo los sueldos de hambre existentes en diversos sectores de la economía, desde las cajeras de los supermercados, hasta los obreros de la industria forestal. Tuvo que morir un trabajador en huelga de la empresa Arauco para que la autoridad y los empresarios se preocuparan de esta realidad, que golpea la conciencia política y ética del país. Esto constituye un dumping salarial inaceptable en una economía que se jacta de ser moderna e integrada al mundo.


El Supremo Criterio “Presupuestarista”

3. La tercera restricción de la política consiste en que las principales decisiones públicas son tomadas desde el lado presupuestario, preguntándose cuánto cuestan y cómo se financian. La mirada económica es “presupuestarista”. Las políticas públicas no son analizadas en su complejidad y le quitan atractivo ante los ciudadanos, que ven sólo números y escuchan las opiniones de “los expertos”.

La reforma previsional es una manifestación de esta visión “presupuestarista”. Esto es lamentable, porque es una reforma que plantea enormes dificultades al intentar resolver necesidades futuras que requieren un estudio multidisciplinario, que estime correctamente los costos futuros – a 20 y más años- a partir de un cuidadoso análisis de las tendencias demográficas, la evolución de la economía, especialmente del trabajo y el ingreso y otras.

La reforma previsional no se dirige desde el Ministerio del Trabajo, como corresponde, sino desde la Dirección de Presupuesto, Dipres. La comisión de expertos que preparó un informe “técnico” para elaborar el proyecto de ley, integrado mayoritariamente por economistas (y sin expertos en economía laboral, como tampoco los hubo cuando se preparó la reforma durante el régimen de Pinochet) fue presidida por el director de Presupuestos del gobierno anterior; y la actual tramitación parlamentaria está impulsada por “los expertos” de la Dipres.

No quiero dar una visión reduccionista o conspirativa: el poder de la Dipres no depende sólo de sus recursos institucionales y humanos, sino principalmente de la renuncia a ejercer autoridad y poder por los ministerios. También en el gobierno impera el principio de la física -la naturaleza le tiene miedo al vacío- y la Dipres ocupa el espacio que se le deja. La tiranía de Hacienda no comenzó con Andrés Velasco. El problema es que la Dipres y Hacienda poco hacen para cambiar esta situación y los ministerios no presionan tampoco por ello. Esta centralización de poder es un cuello de botella en el gobierno, que es causante de problemas de calidad de la gestión pública y de debilitamiento institucional del poder ejecutivo.


Mal Sentimiento Ciudadano

4. Esta práctica restringida de la política tiene bastante que ver con una de las paradojas de Chile: la existencia de buenos indicadores económicos objetivos y malos datos subjetivos. Esta visión tecnocrática, economicista y presupuestarista irrita a los ciudadanos. Durante los años de mayor crecimiento, la evaluación subjetiva de éste permaneció estable, mejorando solamente con ocasión de las elecciones. Más de dos tercios de los chilenos opina que el crecimiento económico ha beneficiado sólo a los ricos y sólo uno de cada cinco chilenos considera que ha beneficiado a los pobres; uno de cada cuatro opina que ha beneficiado a la mayoría de los chilenos y una minoría siente haberse beneficiado (entre 15% y 20%).

Predomina en los chilenos una imagen crítica de los empresarios, que se esfuerzan por mostrarse con la ayuda de los medios de comunicación y hasta de personeros de gobierno y personalidades de los partidos y el congreso, como los responsables genuinos del éxito económico. Son vistos como interesados en ganar dinero (67%), explotadores (46%), enemigos de los sindicatos (38%). Una pequeña minoría reconoce las virtudes resaltadas a través de la prensa: competentes (19%), arriesgados (14%), innovadores (14%), se entienden con el personal (9%) y honestos (3%). Este último porcentaje demuestra que el uso político del problema de la corrupción perjudica a todas las instituciones y actores, y no beneficia a nadie.

Una minoría, 29%, piensa que los empresarios son un soporte fundamental de la economía, mientras que una amplia mayoría, 67%, cree que están preocupados de ganar dinero y de defender sus propios intereses. En Alemania, de donde tomamos la pregunta de una encuesta de 1990, esos resultados eran muy distintos, confirmados en mediciones recientes: una mayoría, 55%, opinó que los empresarios son la base de la economía, 25%, apoyó la idea de que están interesados en ganar dinero y un 20% no sabe o no responde (3).




Carlos Huneeus: Director Ejecutivo de la Corporación CERC y profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile




NOTA

El presente Informe corresponde al texto de la exposición de Carlos Huneeus en el seminario “Modernización de la política y reforma de los partidos”, organizado por el CED, Instituto Igualdad y Fundación F.Ebert, 9 de Julio 2007.

martes

LA MUERTE SIGUE BAJANDO POR EL RIO CRUCES

ENCUENTRAN CISNE DE CUELLO NEGRO CON GRAVES ALTERACIONES NEUROLOGICAS EN EL SANTUARIO



Este cisne fue recogido en San Ramón, el interior del Santuario de la Naturaleza del Río Cruces, el sábado 31 de junio (2007) en la mañana. Presenta los mismos daños reurológicos de los cisnes que murieron el año 2004.

Acción por los Cisnes

viernes

Concertación: Las disyuntivas de los desafíos

Como en los viejos tiempos, nuevamente circulan aires de discusión, debate e intercambio de ideas entre quienes conforman la Concertación de Partidos por la Democracia. Algunos documentos han abierto un espacio de reflexión y de discusión muy necesario y saludable para el futuro de la coalición y del país.

Los documentos que circulan dan cuenta fundamentalmente de una crisis de sentidos en la Concertación y no sólo respecto de la administración del poder, de cómo gobernar el país o dónde situar las prioridades. Por lo mismo, el debate actual presenta alcances políticos de la mayor trascendencia para los partidos, sus militantes y la ciudadanía que la ha respaldado en los últimos años.

En toda su existencia, la Concertación ha experimentado distintos momentos de crisis, generando procesos de inflexión política entre sus miembros y dirigentes, logrando salir bastante fortalecida y con nuevos bríos para enfrentar y ganar las sucesivas elecciones populares que desde 1989 se han realizado en el país. Sin embargo, la crisis actual es claramente diferente e involucra cuestiones sustantivas relacionadas con su razón de ser.

Con los resultados de la elección parlamentaria de 1997 apareció con fuerza al interior de la coalición de gobierno un debate que luego fue cristalizando en dos grandes tendencias que comenzaron a ser denominados por los analistas como los autocomplacientes y los autoflagelantes. Los votos que en aquella oportunidad perdió la Concertación generó un interesante debate que luego reapareció con nuevo vigor en 1999, cuando Ricardo Lagos no logra ganar en primera vuelta y se ve obligado a inaugurar en Chile el sistema de segunda vuelta.

Una década ha transcurrido desde 1997. Una década en que el debate de las ideas ha sido inconstante y cuyo precario ejercicio ha configurado lo que algunos han llamado las dos almas de la Concertación. Una coalición política en cuyo núcleo de ideas habitan tanto posturas liberales como progresistas; es decir, de quienes están por ampliar las influencias del mercado sobre la política y de quienes están por devolverle al Estado un rol más protagónico en el desarrollo y progreso del país.

El liderazgo presidencial de Ricardo Lagos contribuyó a que al interior de la Concertación se consolidaran estilos de conducción partidaria y de decisión política que han favorecido el surgimiento de conductas que terminan por “rechazar, excluir o descalificar” a quienes tienen posturas distintas o discrepantes respecto de las oficiales. Es más, tal fenómeno ha traído consigo el aumento de los liderazgos políticos discrepantes del oficialismo partidario y/o gubernamental, al interior de los partidos coaligados. Estos liderazgos suelen ser rápidamente estigmatizados por las autoridades oficiales o los medios de comunicación con calificativos como “díscolos”, o incluso llegando algunos a hacer analogías con personajes políticos de otros momentos históricos.

La descalificación o el analogismo estigmatizante, hasta ahora, ha logrado invisibilizar un debate que es más de fondo y que responde a cuestiones sustantivas de la razón de ser de la Concertación. Ha operado una forma psicológicamente agresiva para descalificar al que piensa diferente y al que intenta recuperar para la política un ejercicio que le es propio.

Los partidos políticos, y sus militancias, han perdido paulatinamente el rol que les es más propio: formular ideas, generar debates políticos, intercambiar posiciones y promover en forma permanente procesos políticos colectivos y participativos para la elaboración de propuestas y para la toma de decisiones.

Es verdad que en los tiempos actuales la política se ha profesionalizado y que al mismo tiempo se requiere en forma creciente de profesionales de la política para dirigir un partido o para gobernar un país, sin embargo nada justifica que los proyectos históricos, que las definiciones políticas coyunturales y que los programas de gobierno, entre otros, sean elaborados sin la participación de la militancia y al margen de las estructuras partidarias.

Revitalizar los partidos políticos, recuperar la masa crítica de sus militantes y generar espacios regulares de participación en las estructuras partidarias y sociales no debe ser entendido como eventual fuente de inestabilidad o de ingobernabilidad para el país. Muy por el contrario, contribuiría a la cohesión social, a la profundización de la institucionalidad política, a mejorar la calidad de la democracia y a redefinir los márgenes de la participación de la ciudadanía en Chile.

De no producirse cambios significativos a nivel de clase política y en la forma en que ésta desarrolla la actividad, el consenso político ya no será la construcción de mayorías ni la necesaria concurrencia de las partes para la elaboración participativa de las soluciones, más bien se transformará en la imposición de posturas con un fuerte componente pragmático por sobre visiones construidas a partir del intercambio y de la confrontación de ideas. En otras palabras, la política progresivamente vaciada de su sentido y de su contenido más significativo.

Está claro que la diferencia entre el actual debate político al interior de la coalición de gobierno y los anteriores radica en algo muy sustancial. Lo que hoy está en juego es el sentido, la razón de ser y la identidad de la Concertación. Por lo mismo es sano y necesario el debate abierto, sin prejuicios y complejos. La pasión y la vehemencia puesta en los documentos en circulación habla del buen estado de salud de la coalición. Siempre va a ser mejor debatir que reprimir.

Un ejemplo concreto lo encontramos en el programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Es el programa de gobierno socialmente más avanzado de todos los que ha presentado la Concertación a Chile. Sin embargo, a los ojos de los ciudadanos no es del todo viable cuando su implementación debe hacerse en el contexto de un modelo institucional, económico, social y cultural que opera con lógicas claramente de inspiración neoliberal.

En consecuencia, el debate que se ha generado en las últimas semanas en algunos grupos al interior de la Concertación debe centrarse fundamentalmente en la necesidad de cambiar el modelo neoliberal y de construir un proyecto de refundación democrática para Chile. En mi opinión, esa es la verdadera disyuntiva y el mayor de los desafíos.

por Patricio Bustos Pizarro
Publicado en el diario electrónico http://www.elclarin.cl/

miércoles

La censura a la censura

Diario Reforma de Mexico
Jorge G. Castañeda

El escándalo de RCTV en Venezuela comprende varias aristas. Desde la sorprendente movilización de estudiantes en contra del cierre, hasta la tibieza de la comunidad internacional, e incluyendo la cada vez mas insólita estridencia de Hugo Chávez: hay mucha tela de dónde cortar. Limitémonos a tres facetas: lo que sucedió con el canal de televisión; la reacción de varios sectores de la sociedad mexicana; y la reacción -o ausencia de la misma- del gobierno de México.
Lo acontecido en Caracas es muy claro, y el exceso de explicaciones brindadas por ese gobierno disipa cualquier duda posible. Efectivamente un gobierno tiene el derecho de no renovar una concesión cuando ésta se vence; pero Chávez anunció desde diciembre que no iba a renovar la de RCTV por dos razones explícitas y una tácita: la complicidad de la televisora con el golpe de estado de abril de 2002, y en segundo lugar el carácter lamentable y antipatriótico de los contenidos transmitidos por la empresa; y subliminalmente, su postura crítica ante el gobierno. Las dos primeras razones caen por su propio peso y sólo sobrevive la tercera.
Suponiendo que hubiera sido delito la complicidad de RCTV con el golpe, y suponiendo que el código penal venezolano castigue ese comportamiento, se debió consignar el delito en el momento, no cinco años después y en contra de todos los cómplices, incluyendo la empresa de mi amigo Gustavo Cisneros, que en ese momento fue tan adversaria de Chávez como RCTV. Sin embargo, la licencia de Venevisión fue renovada en fast track hace un mes. La segunda razón también funciona: las demás televisoras venezolanas no son precisamente la BBC o ARTE, pero sólo RCTV fue sacada del aire. Chávez hizo exactamente lo que dijo que iba a hacer: eliminar a uno de los principales focos masivos de oposición a su socialismo del siglo XXI.
Pasando a México, para cualquiera que hubiera esperado que el advenimiento de la democracia, y la renovación generacional transformarían a la izquierda, no puede resultar más que decepcionante su postura frente al caso RCTV. El PRD, los intelectuales orgánicos y los órganos oficiales de la izquierda, o han apoyado abiertamente el cierre de la televisora, o han aceptado las explicaciones chavistas. Son pocos los integrantes de la izquierda que le pongan el cascabel al gato: se trata de un caso de libertad de expresión y de censura autoritaria. El recurso a argucias legales arbitrarias no debieran convencer a militantes o intelectuales de izquierda que las padecieron y combatieron. Sólo falta que la izquierda apruebe el encarcelamiento de los dirigentes estudiantiles del 68 por haber violado los artículos sobre disolución social. Lo que no sabemos es cómo hubiera reaccionado esta izquierda en el poder ante una oposición mediática masiva, en ocasiones irresponsable y a veces incluso incendiaria. Mejor no averiguarlo.
En cuanto el gobierno, tanto The Economist como el Financial Times, han criticado esta semana la pasividad o silencio de la comunidad internacional y regional ante la acción de Chávez. En el caso del FT citan el primer párrafo del artículo 4 de la Carta Democrática Interamericana, firmada por Venezuela, contra la censura o el acotamiento de la libertad de expresión. The Economist señala que la indiferencia de los vecinos regionales de Chávez sólo podrá alentar al propio Chávez y a sus correligionarios de otros países para perseverar por este camino.
Desgraciadamente, la censura a la censura sólo provendrá de Estados Unidos, como ya sucedió anteayer en la Asamblea General de la OEA en Panamá, ya que los gobiernos de la región que debieran manifestarse de manera contundente contra esta violación a la Carta y a las Convenciones Americanas de Derechos Humanos y Políticos no lo están haciendo. El caso de México es quizá el más lamentable, ya que en teoría un gobierno compuesto por integrantes de un partido víctima de este tipo de atropellos durante más de medio siglo, debería ser el primero en alzar la voz.
Sobre todo, deberá aclarar que no se trata de un asunto interno de Venezuela. Desde hace años, México y la comunidad internacional han resuelto que las violaciones a los derechos humanos fundamentales son objeto de una normatividad internacional y rebasan el ámbito de la soberanía y del supuesto principio de no intervención. Pero es evidente que la restauración priista en materia de política exterior puede más que la tradición democrática panista. Y reconciliarse con Chávez y con Castro, para deslindarse de Fox, puede más que las convicciones panistas.

martes

¿Para qué gobernar?

Por Mario Marcel

Hace tanto tiempo que la política chilena está dominada por las rencillas, las ambiciones personales y las maniobras tácticas que los actores políticos parecían haberse olvidado de responder una pregunta fundamental: ¿Para qué queremos gobernar? Gobernar o aspirar a hacerlo es la esencia de la política, mientras que hacerlo con un propósito es lo que determina que la política contribuya al progreso de los países.

En su mensaje del 21 de mayo la Presidenta restableció la importancia de gobernar con un propósito. Pero también le dio a ello un contenido concreto que revive los elementos que unen a la coalición de gobierno al tiempo que le planteó a la oposición un cuestionamiento fundamental.

La Presidenta le recordó a la Concertación que está en el gobierno para promover el desarrollo del país con crecimiento y equidad y no simplemente para retener el poder o evitar que otros lo obtengan. Para ello propuso acciones muy concretas: respetar los principios de la política fiscal, apoyar la innovación y el emprendimiento, construir un sistema de protección social e invertir en educación.

Es cierto que es más fácil proponer medidas concretas cuando se tienen más recursos como ha ocurrido en esta ocasión. Pero también es cierto que los fondos adicionales podrían haberse desperdigado en múltiples programas para dejar a todos contentos, improvisar para hacerse cargo del último conflicto o haberse comprometido en subsidios o franquicias tributarias para aplacar a los que más presionan. Al centrar sus prioridades en construir un sistema de protección social e invertir en educación la Presidenta tomó una opción distinta y en buena medida más arriesgada. Con ello reconoció que la coalición de gobierno sólo continuará teniendo el apoyo ciudadano mientras sea capaz de priorizar los intereses de las personas por sobre los intereses de los grupos de presión y los intereses o aspiraciones personales de quienes ocupan los cargos públicos.
Las iniciativas y los criterios priorizados por la Presidenta permiten que la agenda de gobierno sea una síntesis de los objetivos de crecimiento y equidad y no sólo un conjunto de contrapesos entre enfoques contradictorios, o lo que se ha dado en llamar las "dos almas" de la Concertación. Un sistema de protección social tiene el potencial de reducir los niveles de inseguridad económica de los chilenos y con ello mejorar su disposición a emprender e innovar, otra de las prioridades del mensaje. La inversión en educación es clave para igualar las oportunidades de las personas y elevar la productividad del país. El cambio en la meta de política fiscal se hizo sobre la base de los mismos fundamentos económicos que la justificaron en primer lugar, pero los recursos liberados por el cambio se invertirán en seguridad económica y capital humano para los sectores más vulnerables y no en bajarle los impuestos a quienes más tienen.
Ninguna de estas iniciativas es ajena al programa de gobierno, pero al reafirmar su prioridad y actuar en consecuencia, la Presidenta recordó a aliados y adversarios que pese a las turbulencias y desaciertos de los últimos meses, dicho programa sigue siendo su carta de navegación.
El mensaje de la Presidenta evidentemente no resolvió todos los problemas de la Concertación y del Gobierno pues articular un buen discurso no es lo mismo que hacer las cosas, pero ayudó a ordenar las filas oficialistas mucho más que todas las apelaciones a la disciplina partidaria de las semanas anteriores. La efectividad de dicho ordenamiento será fundamental para responder al principal desafío que se perfila, cual es el hacer (ahora sí) bien las cosas.
Este desafío es válido tanto para la gestión de los organismos estatales como para el proceso legislativo necesario para sacar adelante iniciativas emblemáticas y en ambos planos la propia Presidenta tiene una responsabilidad personal. Una primera prueba de la capacidad del gobierno y de la coalición para responder a este desafío será el comportamiento de sus integrantes en la votación de los proyectos emblemáticos en agenda, particularmente la reforma previsional y los proyectos en el área de la educación.
Pero la pregunta de para qué se quiere gobernar es también un emplazamiento de envergadura para la Alianza por Chile. Este es un emplazamiento que, al menos inicialmente, descubre un gran vacío en las filas opositoras. La mejor ilustración de ello es el libro de Andrés Allamand "El Desalojo".
Desde el propio título del libro, que por estos días Allamand promociona, parece evidente que lo que motiva a la Alianza por ahora es expulsar del poder a los advenedizos que lo ocupan antes que realizar un programa específico. El libro abunda tanto en descalificaciones y críticas desproporcionadas a los gobiernos de la Concertación como lo que escasea en ideas concretas sobre qué hacer en su lugar para elevar el desarrollo del país y el bienestar de sus habitantes.
La escasez de ideas nuevas en el mundo opositor no sólo se refleja en el libro de Allamand, sino en las propuestas que han emanado de este sector. En efecto, si uno se guía por las declaraciones de sus dirigentes sólo encuentra apelaciones generales a "hacer mejor las cosas" (lo que sugiere que las "cosas" que ha impulsado el gobierno son correctas, sólo que se hacen mal) o reviven con nostalgia la agenda de política de los ochenta.
En este sentido la realidad de la Alianza en Chile dista mucho de lo observado en otras coaliciones o partidos de centroderecha exitosos en el mundo que han sido capaces de renovar y actualizar sus propuestas políticas. Aunque los votantes chilenos siempre podrían sentirse tentados por el populismo o cansados por los errores al enfrentar las próximas elecciones, aún esperan ser gobernados por líderes propositivos antes que descalificatorios y fuerzas políticas constructivas antes que destructivas.
De esta manera, lo que bien puede definir el resultado de la próxima elección será quién --la Concertación o la Alianza-- serán más efectivos en responder a sus propios desafíos. Para la primera, el desafío fundamental es el recuperar la confianza de la ciudadanía respecto de su capacidad para hacer las cosas que compromete -lo que algunos llaman "gobernabilidad". Para la segunda, su desafío es construir una agenda de política creíble, desprendida de la nostalgia de un pasado ya lejano y de los poderosos intereses con los que tradicionalmente se ha alineado.
Si ambas coaliciones tienen la visión suficiente, deberán hacerse cargo de la misma pregunta: ¿Para qué queremos gobernar?